Artículos para Docentes

En una subasta, ante una asistencia superior a los 300 compradores, se remataba un viejo violín, el cual se mostró sucio, lleno de polvo y con las “cuerdas flojas”, Al momento de exhibirlo el rematador fijó el precio inicial en U$ 50 y solicitó al público sus ofertas.

Se levantó una primera mano y ofreció U$ 55.00, despúés de una segunda y tercera oferta se triplicó su valor y ya nadie propuso más.

El subastador estaba a punto de adjudicarlo, cuando de pronto, un hombre de aspecto misterioso, pidió al público su consentimiento para revisar y probar el viejo violín, el cual no tuvo impedimento alguno, el Hombre subió al estrado.... Tomó el instrumento entre sus diestras manos, con un pañuelo lo limpió, “tensó la cuerdas” y empezó a ejecutar una maravillosa melodía de Vivaldi...
En 10 minutos el salón de remates se transformó en una sala de conciertos...
El público escuchaba absorto y totalmente extasiado la majestuosa sinfonía
Cuando el Hombre dió por terminado su concierto y regresó el violín, el subastador todavía aturdido por la  magnífica ejecución, volvió a preguntar al  público ¿Quién da más?...a la una... a las dos...
Y, de pronto, una voz gritó un valor diez veces mayor y otra más duplicó la oferta y así...
Se sucedieron varias propuestas mas, hasta que finalmente se     adjudicó a la mejor oferta...
Que fue  !Cincuenta veces! mayor al último valor propuesto antes de que el Maestro tocara el instrumento.

¿Cuál fue la diferencia entre un valor y el otro? ...
Sin duda fue el Maestro que con su magnífica ejecución mostró el VERDADERO VALOR DEL VIEJO VIOLIN.
Así el Maestro de excelencia en comparación al Maestro mediocre puede hacer que cada uno de sus alumnos cobre su auténtico valor...
Ya que Maestro no es aquel que se cree superior y mira a los demás como seres inferiores, sino el que hace del otro lo que DEBE LLEGAR A SER.
Así se distingue a los maestros genuinos que transforman gente ordinaria y aparentemente sin valor en los SERES SUPERIORES que han nacido para ser”.